Como una cancion de Shakira- capitulo I-

Se me acaba el argumento
y la metodologia
cada vez que se aparece frente
a mi tu anatomia

Por que este amor ya no entiende
de consejos, ni razones
se alimenta de pretextos
y le faltan pantalones.

Bruta, ciega, sordomuda,
torpe, traste, testaruda
es todo lo que he sido
por ti me he convertido
en una cosa que no hace
otra cosa mas que amarte
pienso en ti dia y noche
y no se como olvidarte......

Como esa cancion de Shakira que cantabamos en los  viajes cuando sintonizabamos la FM en el dial del coche, a si me siento.

Pepa Rodriguez, nacida en un pueblo de la comarca de la Vega, allá por el 75, ahora tengo ni mas ni menos que .......35 bonitos años, licenciada en Exactas rama estadistica, carrera que no he llegado a ejercer, empresaria y soltera.
Hace once años cuando mi padre tuvo el primer ataque de su enfermedad, yo estaba apunto de terminar
mis estudios. Espero el tiempo necesario para que yo pudiese acabar el ultimo curso y decirme.
-Maria Jose, (él jamas me llama Pepa) tienes que venir a casa, te necesito, estoy muy mal no puedo seguir al frente del negocio,  tengo que dejarlo en manos de una persona de confianza y tu eres la mas indicada.
A mi pesar, pero sabiendo que era mi obligacion  y confiando en que seria por poco tiempo, me hice cargo de la empresa familiar con venticinco años recien cumplidos,  en casa ni mi madre ni mi hermano Quique con diecisite años , podian asumir asumir esa responsabilidad, de modo que me "agarre los machos" y me puse al frente del taller de reparaciones y venta de automoviles  "J RODRIGUEZ SL" con cinco trabajadores en plantilla, taller y oficina de ventas, varias polizas de credito por valor de Trescientos mil euros y la casa de mis padres hipotecada hasta los cimientos.

Despues de diez años, en los que ha pasado de todo, bueno y malo, pudimos con las deudas y despues de un largo periodo de penurias economicas, aguantando como podiamos los pagos de prestamos, de polizas y gastos en general, salimos del bache.
Me deje media juventud en el empeño, mi padre se recupero del infarto, pero no volvio al taller, mi hermano despues de repetir tres veces segundo de Derecho con asignaturas de primero, lo mandé "derecho" a trabajar en la empresa, decision acertada, pues ahora es uno de los mejores comerciales en la venta de coches que conozco.

A mis amigas de pandilla y de universidad, las he sufrido solteras, ennoviadas, casadas, con hijos, y a alguna que otra de vuelta a la solteria, osea divorciada.
Mi relacion  con ellas ha pasado por diversas etapas, desde la de proselitismo del noviazgo,- Pepa, pero que rarita eres, no sabes lo que te pierdes, lo que tienes que hacer es buscar un buen chico y casarte- a la etapa de "envidia cochina"- Hija que bien que te lo has sabido montar, por que los hombres son todos iguales, lo ideal es  lo que tu haces, un polvo cuando te apetece y depues a su casita a que los aguante su madre.-
Y no es que yo fuera inmune al amor, nunca me gustó ir de ligona ni de comehombres,  pero alguno si que hubo, no encontre al ideal, tampoco senti nada especial con ellos, no se, ni frio ni calor, como en el chiste "cero grados".

Pero ahora, ¡¡¡¡ahora si que la he liado!!!, y mira que me lo tengo advertido, que soy muy cuadrada para segun que cosas, que he repetido a mis amigas, cuando alguna me contaba que estaba teniendo un "rollo" con alguien del trabajo, "donde tengas la olla no pongas la polla,  pero ni por esas, con el corazon no manda nadie, ni siquiera una misma.
Y aqui estoy, ciega, sordo muda, torpe, traste, y testaruda, completa y absolutamente "chalada" por mi "Jefe de taller", y se me acaba el argumento y la metodologia cuando aparece frente a mi su anatomia.

Julian, el anterior jefe de taller, hombre cabal y serio que habia trabajado en la empresa durante treinta años junto a mi padre y que fue la persona en la que yo mas me apoye durante mis comienzos como empresaria del automovil, hace cinco años entro en  mi despacho y con cara de preocupacion me dijo.

-Pepa, necesitamos urgentemente un oficial, con el trabajo que tenemos no damos a basto y yo no puedo con todo, mira a ver donde encuentras a alguien adecuado para el puesto, aunque se lo tengas que robar a la competencia.

Con  ese mandato, me puse a buscar candidatos, encontrar un mecanico de coches bueno, bonito, y ademas barato dentro del mercado de trabajo, resultaba tan facil como confiar en que te toque el "gordo de la loteria" sin  comprar el numero, aun asi, lo intente empleando todos mis recursos, anuncios en revistas, llamadas al INEM, recomendaciones de unos y de otros,  entreviste a varios candidatos, pero al final cansada de las pretensiones abusivas de unos y la inexperiencia de otros. Opte por llamar a German, director del Instituto de Formacion Profesional rama Mecanica del automovil.
-Necesito ayuda urgente, mandame al mejor oficial que tengas por ahi.
-Pepa, hay poca cosa y lo poco bueno que tenia en esta promocion ya esta pillao, podria ayudarte si confias en mi, voy a mandarte a un mecanico de otra promocion que esta sin trabajo, te podra parecer chocante, pero si le das una oportunidad te asombrará, es lo mejor que he tenido en el instituto en muchos años.

No pregunte mas acuciada por la urgencia de mi empresa y le dije que si.
Cuando se lo dije a Julian casi me fulmina con la mirada.
-Te pido un oficial y contratas a un aprendiz, ¿que quieres que con el trabajo que tenemos pierda el tiempo enseñando a un chaval?.
-German me ha dicho que es muy bueno, se llama Dani y vendra mañana, dale una oportunidad hombre.
Salio de mi despacho maldiciendo en arameo.
A la mañana siguiente, cuando llego el nuevo oficial, Julian entraba en mi despacho hecho una furia, ya no maldecia en arameo, ahora lo hacia en un perfecto castellano e intercalaba maldiciones en valenciano, lo mas suave que me dijo fue, " la dona dels collons", de ahi para arriba, los epitetos a mi persona resonaban en todo el taller.

Cuatro años despues Julian volvia a entrar en mi despacho para decirme que no iba a esperar a los sesenta y cinco para jubilarse, que sus problemas de salud le estaban pasando factura y queria disfrutar de sus nietos, me proponia a Dani para su puesto, segun el era la unica persona  de la empresa capacitada para sustituirle. era lo mejor que habia tenido a sus ordenes en toda su vida, y sabia mas de motores que el mismo, que ya era decir. Huelga comentar que a su sugerencia plantee mis dudas, puesto que habia varias personas en la empresa con mas antiguedad que podrian optar al puesto,  que Dani apenas tenia 24 años, demasiado joven para mandar a sus compañeros mas curtidos en la empresa.
-Tu veras lo que haces-me contesto- pero a mi entender no lo hay, a Toni le tienes que ir diciendo lo que tiene que hacer a cada rato y Ramon jamas ha tenido interes, el va a la suya  y  no creo que ahora vaya a cambiar, Dani en el tiempo que lleva con nosotros sabe como manejar a sus compañeros, conoce de memoria todos los protocolos del taller controla su trabajo y si hay problemas el de los demas y  no se le escapa un detalle del almacen.
Despues de la conversacion baje al taller y llame a Dani, que limpiandose las manos de grasa me miro con cierto gesto de extrañeza.
-Necesito hablar contigo, es muy urgente, ven a mi despacho despues del almuerzo.
Me respondio con una leve inclinacion de cabeza y siguio con su trabajo.
Cuando le ofreci el puesto de Julian me miro como si  no entendiera nada y comento.
-Toni o Ramon son mas antiguos que yo en la empresa, se mosquearan.
-De eso me encargo yo, Julian confia en ti, y para mi eso es suficiente garantia, piensatelo, tienes dos semanas, si no quieres el puesto...........
Respondio de inmediato.
-No me hace falta pensarlo, acepto.
Hasta ese momento yo habia hablado a solas cuatro veces con Dani, aparte del saludo diario, cuando firmo su contrato, en una ocasion por un problema con un compañero que tuve que despedir, en una comida de empresa en la que coincidimos frente a frente y poco mas, hasta que le ofreci el puesto de Julian.
A partir de ese momento la relacion se hizo mas frecuente, debido a su nueva responsabilidad en la empresa  teniamos que hablar todos los dias.
No se como fue, ni en que momento empece a sentirme aturdida con su presencia, cuando entraba en mi despacho poniendose la chaqueta del mono para estar mas presentable, cuando recorriamos el almacen haciendo inventerio de repuestos, o cuando en algun monento de nuestras reuniones de trabajo se mesaba el pelo me miraba fijamente y me sonreia, el caso es que cuando fui a darme cuenta cada vez que teniamos que hablar sentia el estomago lleno de mariposas y me encontraba mas perdida que "un pulpo en un garaje", valga la redundancia

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